Por: René Quevedo
Asesor empresarial
La reciente pérdida del Grado de Inversión por parte de la Calificadora Fitch Ratings ha tenido ha tenido importantes repercusiones económicas y laborales en el país, que a su vez plantean la urgente necesidad de replantear nuestro futuro, el cual dependerá de nuestra capacidad para emprender, así como de las inversiones que logremos atraer.
Para los inversionistas internacionales Panamá es una plataforma para servir al mundo. De hecho, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC). 70% de los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) que entraron al país mientras tuvimos Grado de Inversión fueron a la Zona Libre de Colón (31%), Minería (21%) y Centro Bancario (18%), es decir, actividades relacionadas al sector externo de la economía.
En este contexto, potenciar la capacidad exportadora de nuestro país, tanto en productos como servicios, representa “la gran frontera”, la llave para el crecimiento sostenible y la generación de empleos de calidad.
El año pasado, el Laboratorio Kennedy de Crecimiento de la Universidad de Harvard publicó un Informe del Índice de Complejidad Económica (ICE), tomando como base la data de 133 países.
En contraste con las mediciones macroeconómicas tradicionales, como el Producto Interno Bruto (PIB) e Ingreso per Cápita, el concepto de Complejidad Económica plantea que las oportunidades de crecimiento económico de un país estarán marcadas por el fortalecimiento y diversificación de sus exportaciones, lo cual a su vez tiene claras derivaciones sobre múltiples ámbitos, como la atracción de Inversión Extranjera Directa (IED), educación, formación y calidad del empleo.
El Índice de Complejidad Económica (ECI) es una clasificación de países basada en cuán diversificada y compleja es su canasta de exportaciones. Los países que albergan una gran diversidad de conocimientos técnicos productivos, en particular conocimientos especializados complejos, son capaces de producir una gran diversidad de productos sofisticados.
Los países que son capaces de mantener una amplia gama de conocimientos técnicos productivos, incluidos conocimientos técnicos exclusivos y sofisticados, son capaces de producir una amplia diversidad de bienes, incluidos productos complejos que pocos países pueden fabricar.
Ante este escenario, el potencial es inmenso. Las exportaciones panameñas son “la gran frontera”